Los mares continuarán aumentando sus niveles de volumen durante 300 años. Esa es la conclusión de un nuevo estudio, publicado en Nature Communications , que proyecta cuánto aumentará el nivel del mar. Pero el horizonte temporal hasta el 2300 supone casi tres siglos. Y si consideramos que hace tres siglos, la revolución industrial ni siquiera había comenzado; se plantea la pregunta de si, al considerar la política climática actual, hay algún valor para considerar futuros tan lejanos.
No obstante, los estudios climáticos múltiples sí consideran las proyecciones del futuro lejano. Por ejemplo, un artículo estimó que, si no abordamos el cambio climático, el Océano Ártico podría estar libre de hielo durante el período comprendido entre el 2150 y el 2250. Otro estudio analizó las emisiones de carbono del descongelamiento del permafrost hasta el año 2500.
Las críticas a ese trabajo lo señalarían como mera ficción, impulsado por la curiosidad intelectual de un pequeño grupo de científicos altamente especializados, nada relevante para la vida cotidiana, con el cuestionamiento de si en el próximo siglo o dos habrían otras evidencias para abordar el análisis del cambio climático desde otra perspectiva.
Nuestro uso de la energía y otros recursos no va a disminuir en el corto plazo, ya que los países más pobres se apresuran a industrializarse y alcanzar a los líderes mundiales, mientras que las naciones más prósperas apuntan a mantener y mejorar sus niveles de vida, aún cuando el resultado de estas acciones mantengan las emisiones globales en sus altos niveles actuales.
La energía solar y eólica, por supuesto, ayudará, pero la realidad es que tales tecnologías todavía no están lo suficientemente desarrolladas como para alterar radicalmente el vínculo entre las emisiones y la expansión económica. A pesar del auge de las energías renovables, en 2017 se produjo un aumento del 2% en las emisiones globales tras un período de tres años. Los expertos argumentan que para reducir seriamente las emisiones se necesitarán esfuerzos mucho más ambiciosos en casi todas las actividades económicas, incluida la energía, la urbanización, la infraestructura, el transporte, las industrias pesadas y el uso de la tierra.
Esto nos lleva de vuelta a los escenarios de muy largo plazo utilizados por los científicos del clima. Estos escenarios se basan en previsiones sobre un gran conjunto de factores socioeconómicos y tecnológicos a largo plazo que definen futuros contrastantes para el mundo en general. Los resultados muestran impacto sobre las emisiones y el clima en el futuro, así como las tasas de progreso tecnológico o el crecimiento de la población y la riqueza,. Incluso si uno incluye la posibilidad de «tecnologías que cambien el juego», por ejemplo, una nueva generación hipotética de baterías mucho más baratas y más efectivas para autos eléctricos, el mundo seguramente se mantendrá dentro de esta gama de escenarios.
¿Por qué los niveles del mar en 2300 importan?
El principal resultado del estudio fue que el nivel del mar aún podría aumentar hasta 1,2 metros (4 pies), incluso en un escenario climático muy optimista donde la temperatura mundial nunca supera los 2 ℃ por encima de los niveles preindustriales. Es decir, incluso si las emisiones artificiales llegaran a su máximo en las próximas dos décadas, luego caerían a cero a más tardar en 2070, se mantendrían en cero a partir de ese momento y los niveles del mar seguirán aumentando en más de un metro.
Conseguir cero emisiones netas dentro de los próximos 30 a 50 años será bastante difícil. Pero el estudio muestra que incluso si se logra este objetivo ambicioso, los niveles del mar continuarán aumentando durante los siguientes dos siglos. Esta es una bomba climática para las áreas costeras. Aunque no parezca mucho, un aumento del nivel del mar de 1,2 metros obligaría a las mega ciudades, como Londres y Nueva York, a gastar miles de millones para mantener las defensas contra inundaciones frente a fuertes marejadas ciclónicas.
Fuente: https://goo.gl/treUec