Rafael Martínez es Administrador de Empresas de la Universidad del Magdalena y Administrador Público de la ESAP. Cuenta con más de 15 años de experiencia profesional, siete de ellos en el sector público. En los últimos cuatro años acompañó el Gobierno de la Equidad. Se desempeñó como director de la Unidad de Tránsito desde donde adelantó importantes procesos de transformación para mejorar la calidad de vida de los samarios y las samarias. Fue, además, Secretario de Gobierno desde donde gestionó y promovió políticas públicas para beneficiar poblaciones específicas y en condición de vulnerabilidad.
Actualmente es alcalde de la ciudad de Santa Marta (2016-2019) y forma parte de un movimiento independiente de carácter democrático y social denominado Fuerza Ciudadana, el cual trabaja para transformar la sociedad colombiana desde el ámbito territorial.
Cuál ha sido el viaje de su vida?
Como muchas personas en Latinoamérica, vengo de un sector popular. Me he ido superando poco a poco, empezando desde la lucha social, hasta llegar a donde estoy. Hoy me encuentro al frente de una ciudad que conozco bien desde sus problemas porque los viví de pequeño. Ha sido un viaje de superación personal, de manera constante y permanente, hasta llegar a donde hoy estamos, en la posibilidad de dar oportunidades a muchos que no tuvieron opción en su momento.
Desde siempre, he estado vinculado a movimientos sociales de izquierdas, en Colombia, pero antes actuábamos desde la insurgencia y hoy desde la democracia, en base a la Constitución y con el voto popular. Gracias a los ciudadanos hemos podido acceder al gobierno de la ciudad, capital del departamento de Magdalena, de Santa Marta.
Si tuviera que escoger un lugar o rincón de su ciudad, ¿Cuál sería?
Para vivir, escogería un barrio donde viví durante mucho tiempo que se llama El Reposo y si pudiera escoger un lugar para transformar, me tocaría escoger el 30 o el 40% de la ciudad, donde se vive en condiciones deplorables y me gustaría generar oportunidades en estas zonas.
Mi ciudad es una ciudad muy rica en capacidades pero no ha sido lo suficientemente aprovechada ni planificada, no se ha generado una política consistente en explotar de manera sostenible estos recursos. En consecuencia, sí que tenemos mucha pobreza. Somos alrededor de 500.000 personas y esto genera unas presiones sobre la demanda en los servicios públicos (salud, educación, vivienda, trabajo), porque llegan muchas personas desplazadas buscando oportunidades y la ciudad no ha tenido la posibilidad de entregárselas. Lo que queremos es transformar para generar oportunidades para todas estas personas.
Si le dijeran “haz las maletas ahora mismo y escoge un lugar del mundo”, ¿A dónde iría?
Quiero conocer muchos sitios pero me encantaría recorrer Europa.
Un sabor, un plato, un aroma…
Un plato típico de Santa Marta es el cayeye, que consiste en plátanos verdes cocidos, acompañados con mantequilla o queso.
Se habla mucho del futuro de las ciudades. ¿Cómo visualiza las ciudades del futuro?
Visualizo una ciudad del futuro íntegra tecnológicamente, donde muchas funcionalidades ya estarán sistematizadas, con un transporte público más eficiente y con muchas alternativas de espacios públicos. Me imagino una ciudad donde los vehículos circulen por el aire. Desde una perspectiva negativa, preveo una escasez de recursos como el agua, con ciertas limitaciones o restricciones. Además, visualizo ciudades con mucha presencia de seguridad, de cámaras, producto de los diferentes riesgos, que se van a ir incrementando, fruto de los extremismos.
Una recomendación, de lo que sea.
Recomendaría ir a Colombia y conocer Santa Marta, que hay mucho por aprender allá en términos de naturaleza. Es un país muy diverso y rico, con multitud de experiencias exóticas y es, en definitiva, otro mundo.