Entrevista a Josep Roig, Ex Secretario General de CGLU. (1ra entrega)
Por: Susana Samaniego
Josep Roig se desempeñó como Secretario General de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) desde septiembre de 2011 hasta diciembre de 2017. Fue miembro fundador de Metrópolis en 1985, llegando a ocupar el cargo de Secretario General de la organización en 1999 luego de haberse desempeñado como Secretario Adjunto y Director Ejecutivo de Metrópolis’99 entre 1997 y 1999. Fue además, Secretario de Barcelona Quality Network hasta 1997 y Coordinador de Calidad del Plan Estratégico de Barcelona 2000.
Tuvimos la oportunidad de reunirnos con él, en los días previos a la finalización de su mandato como Secretario General de la CGLU, y contar con sus valiosas reflexiones en torno a los fenómenos urbanos actuales. A continuación compartimos la entrevista realizada:
1. “El sueño de la utopía empieza por el gobierno local”, verso del poeta Ko Un, citado por usted durante el #CultureSummit 2017 en San Francisco, podría decirnos ¿qué representa esa imagen?
Que en este momento todo el mundo ha llegado a la conclusión de que los cambios más importantes se están produciendo en las áreas urbanas. Esto no quiere decir que olvidemos las zonas rurales, forman parte de un todo, no hay archipiélagos urbanos, es un continuo urbano rural y por lo tanto hay mucha relación. Siempre digo que cada habitante de una zona rural sabe perfectamente cuál es su metrópolis, por lo tanto, cada territorio es único.
La idea de fondo es que al convertirse el mundo en urbano, los retos que se presentan son distintos. En primer término, las desigualdades que ponen el reto de re-equilibrar la sociedad se hacen mucho más evidentes en la zonas urbanas. En segundo término, hay nuevos reajustes que ponen de manifiesto muchas diferencias, tanto a nivel mundial, a nivel nacional y a nivel de barrios. Se expresa una necesidad de re-equilibrio de los territorios, de la sociedad, de la economía, de las grandes y pequeñas empresas, de los cambios tecnológicos.
¿Cómo se puede re-equilibrar todo esto?, esto nos lleva a la cita de Ko Un, y aquí es donde surge el papel de los gobiernos: Los gobiernos locales tienen un papel a jugar mucho más importante que antes y creo que se está reconociendo que muchos de los cambios que se han de hacer, han de empezar por abajo y que quizá parte de los problemas que han venido es porque no ha habido suficiente equilibrio entre los gobiernos globales, los gobiernos nacionales y los gobiernos locales.
En este momento hay que intentar dar más fuerza a lo local, volver a reinventar la democracia local, volver reinventar la relación entre el gobierno central, el gobierno local, la sociedad civil, las nuevas empresas, los jóvenes que aparecen con nuevas ideas de tecnología, etc. Hay todo un mundo de cambios a nivel de ciudades y a nivel más local, y es lo que creo que va a impulsar el cambio a nivel global.
2. Sobre la desigualdad vinculada al fenómeno urbano: Richard Florida afirma que existe una relación entre la desigualdad y el aumento de la urbanización y que al mismo tiempo, el aumento de la urbanización genera desigualdad. No obstante, usted afirma que la posibilidad de solucionar estos aspectos de la desigualdad podría estar en manos de las ciudades.
En parte sí. Es verdad que la desigualdad viene de fenómenos globales, viene también de unas políticas económicas y de un sistema de competitividad a nivel global que después se desarrolla en los territorios. Si tú analizas la evolución de China, aparece un crecimiento económico importante que ha re-equilibrado algunas cosas, pero en el fondo, en este momento yo creo que estamos sufriendo a todos los niveles las consecuencias de un sistema económico globalizado que no ha sido demasiado justo, que más bien ha sido desigual.
Entonces, ¿la urbanización que ha hecho?, en algunos casos yo creo que ha re-equilibrado y en otros casos ha desequilibrado más. Por ejemplo, los movimientos migratorios del campo a la ciudad son fenómenos donde los inmigrantes han llegado al territorio antes que la ciudad (desarrollo urbano) al territorio, por decirlo de alguna manera.
Entonces, lo que serían las políticas de igualdad en la ciudad tardan más en implementarse. Los inmigrantes llegan a los slangs, a las zonas periféricas y no tienen servicios básicos, no tienen derechos, no tienen nada. La desigualdad en la ciudad, sobre todo en Latinoamérica, es muy evidente. A la larga vas incorporando estos barrios que se habían formado desde el inicio fuera de la ciudad.
En Latinoamérica por ejemplo, se visibiliza un elemento de cambio cultural cuando se afirma que “las favelas también son barrios”. Dejaron de ser un agujero negro que no estaba ni en los mapas, que no tenía documentación. De repente pasó a afirmarse que “esto también es un barrio”. La solución no es negarlo, la solución es ver qué está pasando.
Nosotros colaboramos con Slum Dwellers International (SDI) en una iniciativa llamada Know Your City, en la cual junto a los habitantes de las favelas se recoge la información de su entorno. Esto es algo que los gobiernos locales no éramos capaces de hacer y que te da una información muy distinta, por ejemplo, sobre la economía informal, las relaciones sociales y todo lo que está pasando ahí.
Cuando llegas a la conclusión de que esto es un barrio, te das cuenta de que no sirven las políticas de expulsión y de expropiación, y que más bien se deben llevar a cabo políticas de rehabilitación de barrios a fin de construir más ciudad.
Por lo tanto, creo que las desigualdades se acrecientan al principio probablemente por la rapidez de los procesos de urbanización, es decir porque llega la población antes que la ciudad. Pero esto a su vez puede dar pie a que se formulen políticas sociales muy fuertes a nivel local para compensarlo.
3. Este rápido crecimiento periurbano vuelve difusos los límites entre lo urbano y lo rural. ¿Deberían replantearse las políticas en este sentido?
Esta era una de las dicotomías establecidas antes de esta nueva agenda urbana, la filosofía siempre había sido oponer lo rural a lo urbano, incluso con la expectativa de evitar que la migración del campo hacia ciudad se produjera.
Esto no se ha logrado y la gente al final va dónde piensa que tiene más oportunidades. Por lo tanto, el elemento de frenar la migración del campo a la ciudad ya se ha visto que era muy difícil. Ahora lo que no se puede, ni se debe evitar, es pensar el tema conjuntamente desde las dos perspectivas: urbana y rural.
Cuando era Secretario General de Metropolis siempre decía que las metrópolis al ocupar todo un territorio tienen una responsabilidad sobre todo el continuo, desde lo urbano hasta lo rural. Sobre esto, recuerdo el caso de la visita de los representantes de Chongqing (China) a quienes les preguntamos ¿cuántos millones de habitantes tenían?, y respondieron: 37 millones. El tema era que, en aquel entonces, la ciudad central tenía 7 millones, pero tenían la responsabilidad, en la región, sobre los 37 millones.
Yo creo que ese es el elemento clave: tienes una serie de funciones metropolitanas, de economía, de cambio social, de cambio político, de petición de más participación, de democracia, etc, pero todo esto también ha de cubrir al resto del territorio.
Nosotros siempre hemos dicho que el análisis debe comenzar por dos elementos: el territorio y las personas. Entonces cuando formulas este concepto de territorio es cuando se hace muy difícil poner fronteras, evitando las fronteras administrativas como obstáculo. En definitiva, el enfoque de análisis debe recaer sobre el continuo urbano rural.
4. Además de las migraciones, los desequilibrios en lo rural afectan a las ciudades, por ejemplo, en temas de provisión de insumos…
Esto es lo otro. Las ciudades son frágiles en muchos aspectos y uno de los retos de futuro serán los temas del agua y la comida. Estos son dos temas que ligan enormemente a las ciudades con su entorno rural y estos temas pueden ser muy graves: la seguridad alimentaria y la seguridad de agua. No hay ninguna ninguna ciudad que pueda decir que es autónoma en estos dos recursos. Por lo tanto, mejor hacer políticas para asegurar el equilibrio territorial.
5. Seguridad alimentaria, seguridad hídrica y ¿también la energética?
Las ciudades no son conscientes de esto, agua, alimentación y energía son tres elementos importantísimos. Para ello las ciudades no deben analizarse como un stock, han de analizarse en función a los flujos y dimensiones, y este es un análisis que no se ha hecho tanto.
6. Dada la importancia de la ciudad para solventar estos desafíos, ¿considera que debería existir una estrategia global de las ciudades?
Me parece que es muy importante para la supervivencia de las ciudades el dejar que cada ciudad decida su futuro. A veces lo digo como broma: lo peor que podríamos hacer después de tener un mundo con un gobierno mundial dirigido por los estados, sería tener un gobierno mundial dirigido por las ciudades. Hay un libro muy famoso que decía “¿Y si los alcaldes gobernaran el mundo?”, aquello podría ser tan malo como un gobierno mundial de estados.
El concepto que defendemos es el de la política de abajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo. Tú imagínate que estableces un modelo de ciudad global, fantástico, único y que resulta un fracaso. El error puede ser monumental. Y en cambio, si dejas que las cosas se desarrollen con naturalidad, en algunos casos se fracasará y en otros no. Hay ciudades que estaban dedicadas a la producción de automóviles en Estados Unidos y que de repente entraron en crisis y han debido reinventarse.
Hay que dar la posibilidad de que no haya un modelo único urbano, creo que esto ha hecho mucho daño,. Por ejemplo, pensar que el modelo único americano podría ser un modelo exportable… en Latinoamérica habéis copiado muchas veces el modelo norteamericano, y dices, vaya barbaridad! este no es el modelo.
Dejemos que los modelos locales vayan desarrollándose algunos funcionaran y otros no, pero al menos no pondremos en riesgo a las ciudades con un modelo único global ya que si éste fracasa, entonces fracasaremos todos.
7. ¿El liderazgo de las ciudades desde la diferenciación?
Eso está claro. Por eso insistimos nosotros también mucho en analizar grandes metrópolis, el papel de ciudades intermedias y el papel de zonas rurales ligadas a regiones. Son distintos actores y lo ves. Una cosa es la política de las grandes ciudades que tienen varios aspectos y que evidentemente han de competir a nivel internacional y no se puede obviar esto, pero las ciudades intermedias tienen otro otro papel a jugar.
Un papel muy importante es la relación de lo urbano rural, lo juegan las ciudades intermedias y las zonas rurales son importantes por el tema de la gestión de recursos anteriormente comentado. Hay que dejar mucha libertad para innovar, para que cada una desarrolle sus propias potencialidades.
8. Pero digamos que cada ciudad desde sus propios activos y su estrategia particular se puede articular con otro conjunto de ciudades para desarrollar proyectos estratégicos
Estoy de acuerdo en que las ciudades pueden trabajar juntas, pueden analizar los problemas juntas, después aplicar soluciones pero en el contexto de cada una.
Para poner un ejemplo reciente, el ejemplo de Uber o Airbnb. Empresas globales que de repente cambian un modelo de actuación y se dan cuenta que cada ciudad es una cosa distinta, y en algunas logran entrar y en otras no, en otras tienen que adaptarse. Hay una serie de fenómenos y cambios globales que después tienen repercusiones locales.
Es un poco contradictorio, pero es verdad que hay cambios que se producen desde arriba hacia abajo, y son cambios muy grandes. Esta relación entre lo global y lo local es una relación muy viva y que no puedes afirmar tampoco que no hay ninguna influencia en la ciudad de lo que está pasando en el mundo. Al contrario, son ciudades abiertas y los elementos externos hay que tenerlos en cuenta siempre en las estrategias locales.